Uno de los adelantos del siglo XX que supuso convertir el mundo en un pañuelo fue el teléfono. Desde finales del XIX se fue imponiendo poco a poco, pese a las reticencias de los más recalcitrantes y obstinados “gurús” del inmovilismo que veían en el diabólico aparato un lujo sin importancia.
Como en todos los lugares del mundo, en Puente Genil este importante invento tuvo sus detractores que pensaban que era algo sin futuro. La historia de la telefonía en nuestro pueblo arranca en 1914. En ese año D. Baldomero Giménez puso en El Aviso la primera piedra del proyecto que, tras largas vicisitudes e impedimentos, logró llevarse a la práctica. Fue en el editorial de su publicación de fecha 5 de diciembre del año citado. El escrito detallaba las ventajas que tendría instalar una central telefónica en nuestra población, especialmente para comunicar el pueblo con el extrarradio.
En 1915 se iniciaron los trámites legales. En primer lugar, se prepararon unos pliegos para que los firmaran empresas, instituciones y “particulares de prestigio”. La condición que ponía el Estado para acometer el proyecto es que hubiera 50 abonados. Como esta localidad contaba entonces con unos quince mil habitantes, no parecía una cifra excesiva. Mas, contra todo pronóstico, sólo se consiguieron 19 firmas. Según D. Baldo, el fracaso se debió a la desinformación, falta de ilusión y formación.
Y, por fin, tras largos años de espera, el 23 de diciembre de 1926 se inauguró la central telefónica, que estaba situada en la calle Madre de Dios, 9. El acto estuvo rodeado de gran expectación. Aunque la ceremonia oficial tuvo lugar a medio día, desde primeras horas la animación en la localidad era muy grande. El Aviso relata lo acontecido de forma exhaustiva. Por ello, la mejor forma de entrar en el ambiente que rodeó a Puente Genil el día de ese acontecimiento es trascribiendo lo dicho por el periodista local:
<<Conforme teníamos anunciado, el día 23 del actual, fue inaugurada oficialmente, y abierta al público, la central telefónica.
Aun cuando hasta el medio día no se iba a verificar la ceremonia de rúbrica, desde las primeras horas de la mañana se notaba una marcada animación, preludio de la fiesta.
A las once de la mañana, La calle de Don Gonzalo presentaba un magnífico aspecto, pues todos, o casi todos los automóviles particulares y del servicio público, formaban una larga fila, dispuestos a las órdenes del señor Alcalde para partir al encuentro de los autos en que el señor Gobernador civil de la provincia y sus acompañantes vinieran de Montilla, donde por la mañana se había inaugurado, también, la central telefónica.
A las 11'30, comunicaron de Montilla que habían salido para esta el señor Gobernador 'y las distinguidas personas que le acompañaban, e inmediatamente partió el señor Alcalde, en su auto, seguido de los damas vehículos y ocupados por las personas previamente invitadas, y eii la carretera de la Rambla, desde el cruce con el camino de Aguilar, se hizo alto, en espera de que llegaran los expedicionarios.
Había el propósito de apenas hubiese llegado el señor Gobernador de la provincia, partir por la carretera de Herrera al encuentro del auto en que el señor Gobernador de Sevilla, don José Cruz Conde, venía a esta, acompañado de nuestro distinguido paisano, residente en Sevilla, don Luis Fernando Reina Noguez; pero no fue posible cumplir esta segunda parte del programa, porque tanto unos como otros llegaron a un tiempo.
Próximamente a la una de la tarde, llegaron en cuatro automóviles, el Gobernador don José Cabello y Lapiédra, el Alcalde de Córdoba don Francisco Santolalla Natera, el Delegado de Hacienda don Manuel Danvila, el Delegado gubernativo don Ramón Escofet, el primer teniente de Alcalde don Rafael Cruz Conde, los diputados provinciales don Manuel Baquerizo y don Isidoro Barbudo, el secretario de la Junta provincial de Beneficencia don Pedro Villoslada, el Ingeniero del 5.° distrito de la Compañía de Teléfonos don Francisco Gil Merino, su secretario señor Fernández Portero, nuestro paisano don Antonio Estrada Morales, el redactor de la revista «Andalucía» don Felipe Pascual y los periodistas señores Torres, Madrigal y Martínez.
Cuando se disponía a partir la comitiva, llegaron de Sevilla los señores Cruz Conde y Reina Noguez. Inmediatamente pusiéronse en marcha todos los autos, precedidos del ocupado por los señores Gobernador y Alcalde, entrando por la Avenida de Manuel Reina y calle Manuel Morales, a la de Madre de Dios, haciendo alto a la puerta del Ayuntamiento, desde donde, después de descansar unos minutos, dirigiéronse las autoridades a la Central Telefónica, donde aguardaban para proceder a la ceremonia de la bendición de la Central el señor Cura Párroco regente de la Purificación don Juan Lucena Rivas, el Administrador de esta zona telefónica don Aureliano Cañasveras, el mecánico Sr. Arias, el encargado de la Central don Tomás Rusillo y las telefonistas doña Josefa Delgado de Rusillo y las señoritas Dolores, Narcisa y Mercedes Delgado Perailes. Terminada la ceremonia de la bendición, púsose comunicación con Madrid y los señores Gobernadores de Sevilla y Córdoba hablaron con el Marqués de Estella y con el Ministro de Hacienda señor Calvo Sotelo.
A la puerta de la Central los corresponsales gráficos de varios periódicos tiraron algunas placas, y desde un balcón hizo lo propio el fotógrafo señor Rueda. Acto seguido, todos los invitados volvieron a ocupar los autos que aguardaban en la calle Madre de Dios, marchando a la Estación del Ferrocarril en cuyo restaurant fue servido por don Faustino Sicila el banquete con que el señor Alcalde, de lo consignado para sus gastos de representación, obsequió a todos los invitados.
El menú, como confeccionado por el señor Sicilia que es un verdadero maestro en esto, no pudo ser mejor ni más sugestivo. Fue el siguiente:
Entremeses variados; Huevos a la Chartrés; Langosta salsa tártara; Pollo cazadora; Vol-au-vent Financier; Tortilla de ternera Orloff; Jamón sucret con huevo hilado; Dulce Mascota; Café, Licor Gran Marnier y Habanos; Vinos: Chateau Margueaux, Marqués de Riscal, Moriles fino Judea, Champagne Viuda de Clicot.
Lo reducido del local fue causa de que algunos comensales no estuvieran con toda la comodidad deseada y que el servicio se hiciera con alguna dificultad. En la imposibilidad de citar los nombres de todas hs personas que asistieron al acto, nos limitamos a consignar las que figuran en la lista de invitados, algunos de los cuales no asistieron por impedírselo causas diversas, asistiendo, en cambio otras que no estaban invitadas. He aquí las personas invitadas por el Sr. Alcalde. Sr. Gobernador Civil don José Cabello Lapiedra, Sr. Presidente de la Diputa ción provincial don Antonio Castilla; Alcalde de Córdoba don Francisco Santo-lalla Natera; señor Gobernador de Sevilla don José Cruz Conde; señor Delegado gubernativo don Ramón Escofet; señor Delegado de Hacienda don Manuel Danvila; Juez Municipal don Manuel Parejo Delgado; Capitán de la Guardia Ci vil don Diego Roldan Ecija; Teniente de la Guardia Civil don Francisco Galán Rodríguez; Párroco de la Purificación don Juan Lucena Rivas; Párroco de Santiago don Santiago Rivero Luna; los tenientes de alcalde don José F. Reina Carvajal, don José Varo Campos, don José Pandelet Reina y don Manuel Delgado Estrada. Los concejales: don Luis Fernando Reina Noguez, don Julio Moreno Melgar don Francisco Crespo Estepa, don Francisco Vila Vílchez, don Manuel Gómez Morales, don José Melgar Paladín, don Enrique Reina del Pino, don Luís Calvez de la Cámara , don Francisco Chacón Yerón, don Rafael Rivas Morales, don Olegario Almeda Rodríguez, don Manuel M, López Quintero y don Julio Aguilar Borrego; Secretario del Ayuntamiento don José F. Carvajal Ortega; Abogado asesor del Ayuntamiento don Enrique Porras del Castillo; Interventor de fondos municipales don Cristóbal Aguilar Rivas; Teniente Alcalde de Córdoba don Rafael Cruz Conde; Farmacéutico don Antonio Estrada Morales y presidente de la Cámara Agrícola de Córdoba don Francisco Rioboo. Superior del Convento de Franciscanos; Señores Presidentes de la Cruz Ro ja, Casino Liceo, Círculo Mercantil, Círculo Católico, Casino «La Amistad », Casino de Artesanos, Casino «Juventud Cultura», Casinillo, Casa del Pueblo y Centro Ferroviario. Comerciantes exportadores don Carlos Morales Delgado, don Enrique Bedos Adell, don Pedro Chavarría Curto y don Amado Feliu Rubíes. Director del Banco Español de Crédito don Carlos Melgar Castillo; Banquero don Antonio Baena Delgado; Gerente de «La Alianza » don Femando Reina Carvajal; Gerente de «Nuestra Señora del Carmen» don Eduardo Moyano Cordón; Gerente de «La Casualidad » don Francisco Yerón Chacón; Gerente de «La Nueva España » don Tomás G. Caballos; Jefe de Telégrafos don Cristóbal Aguilar Montilla; Jefe de Correos don Joaquín Enrique Zurita Ruiz. Presidente de la Junta del Somatén don Francisco Reina Framis; Vocales del Somatén don Manuel Reina Noguez, don Francisco Jurado Delgado y don Juan Torres García- Cabo del distrito don Rufino Delgado Jaén; Cabos de zona don Mariano Reina Campos, don Cristóbal Reina Salas, don Rafael González Herrera y don Juan del Pino García; Subcabos don Rafael Fernández Morales, don Miguel Carmona Arroyo, don Joaquín Cortés Gálvez y don Agustín del Pino García; Vicepresidente de la U , P. don Antonio Reina del Pino; Secretario y Vocales de la misma don Hipólito Reina Padilla, don José Galán Benítez y don Manuel Pérez Rivas; el Inspector Municipal Jefe de Sanidad don Leonardo Ve-lasco Estepa; los Médicos titulares don José Neira Cayllet. Don Rafael Moyano Cordón, don Luis Melgar Ortíz, don Modesto Delgado Estrada, don Pascual Bracho García; los farmacéuticos don José Villafranca Melgar, don Antolín Muñoz Carvajales y don Joaquín Abaurre López; los veterinarios titulares don Enrique Carmona Morales, don Enrique Car-mona Villafranca y don Pedro Chacón Yerón. Los maestros de Instrucción primaria don José Gorriz Barrionuevo, don Francisco A. Calvo Flores, don Antonio Bajo González, don Miguel Córdoba Acosta, don José Leiva Orellana y don Sixto Sigler Fernández; el vocal de la Cámara Agrícola don Francisco Varo Ariza, el notario don Agustín Álvarez de Sotomayor; el primer contribuyente por rústica don Eligió Gómez Porras; primer contribuyente por urbana don Antonio Campos Sánchez; el presidente de la asociación de clases pasivas don Francisco del Castillo Estrada; el general del cuerpo Jurídico de la Armada don Cristóbal del Castillo Estrada; el administrador del Excmo. Sr. Duque de Tarifa don Jesús Cisneros Rull; el procurador don Alberto Álvarez de Sotomayor; el primer contribuyente por industrial don Francisco Chacón Castuera. Por el Aviso nuestro Director don Baldomero Giménez; por los fabricantes de dulce de Membrillo don José Pérez Reina; don Francisco Morales Delgado, don Carlos Delgado Delgado; el Ingeniero don Manuel Delgado Delgado; el Ingeniero Jefe de obras públicas de la provincia don Práxedes Mateos Cruz; don José Gómez Fernández; los Alcaldes de Montilla y Aguilar, y del alto personal de la Compañía de Teléfonos el Ingeniero Director del 5-* Distrito don Francisco Gil Merino, su secretario don Fernando Fernández Portero, el Administrador de la zona D. Aurelio Cañas-veras, el Ingeniero D. Francisco González Amo, el Jefe de tráfico don Joaquín Sánchez Moreno y el Jefe de construcciones don Juan Parra.
A la hora de los brindis, fue el primero en hacer uso de la palabra, nuestro Alcalde don Juan Delgado Bruzón, quien en unas cuartillas que leyó, dijo lo siguiente:
«Señores: Siempre tuve por norma de conducta callar y obrar, y por eso nunca he dirigido la palabra en estos actos: si alguna vez lo hice, insistentemente requerido para ello, lo fue tan parcamente que en pocas frases condensaba todo lo que sentía y pensaba.
Pero hoy ni quiero, ni debo privarme de expresar la gran satisfacción que experimento por ver realizado el acto, que en este momento celebramos y que hace mucho tiempo ha sido el gran anhelo de este vecindario, así como por vernos acompañados de tan Ilustres Autoridades y cariñosos amigos, que a pesar de la molestia de un largo viaje y de restarles un tiempo que tanto necesitan para otros asuntos de mayor interés, no solamente no han vacilado un momento, sino que han demostrado gran complacencia en estar entre nosotros, honrándonos con su grata visita, por eso haciéndome intérprete del sentimiento, tanto del Ayuntamiento como del vecindario que represento, les doy la más expresivas gracias por el honor que nos han dispensado.
También quiero hacer constar ¡a profunda gratitud que sentimos hacia la Compañía Telefónica Nacional, tan dignamente representada, por el altruismo de que ha dado pruebas, renunciando a la subvención que le fue ofrecida por el Ayuntamiento para instalar la Central, cuya inauguración hoy ha tenido lugar, y que es prueba palpable del esfuerzo que viene realizando para dotar a nuestra querida Patria de uno de los servicios mejores del mundo y de que tan necesitada se encontraba.
Mucho ha contribuido la Villa a que lleguemos a este momento, pero es de todo punto indiscutible, que el mayor galardón corresponde a la Compañía, que ha sabido hacerse eco del deseo vehemente demostrado por aquélla; pero yo os prometo señor Gobernador, que antes de un año, hemos de celebrar actos análogos al actual, que os demostrarán de lo que es capaz un pueblo que, secundando las iniciativas de sus administradores, se propone ser grande, por lo que a vuecencia, como digno representante del Gobierno, le ruego le haga saber, que seguimos el camino trazado por él, para el resurgimiento de nuestra querida España, lo cual no sería posible sin la cooperación que deben prestarle todos sus hijos.
A vuecencia, señor Cruz Conde, digno y meritísimo Jefe de la Unión Patriótica en la provincia, también os digo que sin las sabias doctrinas sustentadas por esta institución salvadora y sin la práctica de los deberes cívicos que ella nos enseña, no llegaríamos nunca a conseguir esa cooperación, por lo que nos esforzamos en difundirla para que llegue a conocimiento de todos, y por todos sean acogidas con el amor y el interés que se merecen. Por último señores, sean mis más respetuosos saludos, mis mis cariñosos recuerdos para su majestad el Rey Don Alfonso XIII, para la Augusta Señora, modelo de caridad y Reina de la hermosura y para el eximio Jefe del Gobierno Excmo. Sr. D. Miguel Primo de Rivera, que con sus Ilustres colaboradores, ha conducido a la Nación a una Era de Paz y prosperidad que va siendo la envidia y el asombro de las damas naciones. Brindo pues por ellos y porque esta nuestra querida patria chica, llegue a ser lo que por el tsfuerzo de sus hijos merece.»
Hablaron a continuación, el Ingeniero del 5.° Distrito don Francisco Gil Merino; el Presidente del comité local de la U. P. don Luis Fernando Reina; el Vicepresidente de la Diputación Provincial señor Baquerizo, el Gobernador Civil de Sevilla señor Cruz Conde, y en último legar el Gobernador de la provincia señor Cabello Lapiedra. No podemos transcribir sus discursos, porque, por carencia de elemento no pudimos tomarlos; pero todos fueron alusivos al acto que se festejaba, y todos inspirados en un elevado espíritu de patriotismo.
Terminado el banquete, regresaron a Sevilla, el Gobernador señor Cruz Conde y don Luis Fernando Reina Noguez, y a Espejo, donde iba a ser inaugurada otra Central Telefónica, todos los señores que a inaugurar esta vinieron de Córdoba. Desde el medio día lucieron colgaduras los balcones de las principales calles, y no tenemos para qué decir que hubo gran animación en el pueblo, principalmente en las calles recorridas por la comitiva, y que desde el momento en que fue inaugurada la Central , hasta hora avanzada de la noche, se estuvieron cursando centenares de telefonemas a todas partes de España, y se celebraron no pocas conferencias, con algunas dificultades motivadas por la enorme aglomeración de servicio.>>
Hay varios datos curiosos y significativos en este artículo. Entre ellos, el hecho de que los particulares pusieran sus vehículos a disposición del Ayuntamiento; que el Alcalde pagara de su bolsillo el banquete (su asignación es lo que podríamos llamar sus “dietas”); la composición del menú, etc. Podemos ver que en esos momentos, debido a la construcción de la nueva casa consistorial, el Ayuntamiento tenía su sede en la calle Madre de Dios, en la que fuera casa palacio de la familia Montilla y hoy de los hermanos Espejo Baena. En un próximo artículo hablaremos de ese ayuntamiento que se inauguró por esa época también. El restaurante de moda en esos tiempos era el de la Estación , que dirigía el Sr. Sicilia. Este restaurador gestionaba los de varias estaciones de ferrocarril, según tengo entendido. Asimismo, el relato nos refleja la composición de la jerarquía social y del entramado de representaciones políticas, culturales, industriales, etc., tanto de Puente Genil como de la provincia de Córdoba. También están reflejados los nombres de las primeras telefonistas, del jefe de esta central y de los técnicos de Telefónica (que entonces se denominaban mecánicos).
Una vez puesta en marcha la central, se distribuyó la guía telefónica que, al mismo tiempo, se publicó en El Aviso. En ella se indica cómo ha de usarse el teléfono que, lógicamente, no era tan fácil como ahora, pues había que ponerse en contacto con la telefonista que era la que, de forma manual, te conectaba. Las personas de más edad recordarán que hasta los años setenta del pasado siglo había que hablar con la telefonista que, dicho sea de paso, estaba al cabo de cuantas conversaciones y noticias se daban por teléfono.
La lectura del documento que se adjunta, LISTA PROVISONAL DE ABONADOS AL CENTRO TELEFÓNICO URBANO DE PUENTE GENIL, lejos de ser ocupación de excéntricos como consideraríamos ahora al que nos dijera que nos leyéramos la guía o las páginas amarillas, nos da una fiel idea de las industrias, comercios, casa particulares, organismos, nombre de las calles, etc., que había en el Puente Genil de la Dictadura de Primo de Rivera.
que interesante.
ResponderEliminarque precio o que costo aproximado puede alcanzar una central telefónica hoy en Argentina?¿