viernes, 22 de octubre de 2010

MIGUEL ROMERO. CRÓNICA DEL HUMOR NEGRO

No cabe duda de que Miguel Romero es el poeta más recitado y cantado de los que han visto la luz primera o han vivido en Puente Genil.  Tanto sus poemas como sus coplas y saetas coreadas son plato imprescindible en comidas de hermandad, cofradías o corporaciones.  Es curioso que, salvo Manuel Reina, con los poetas pontanos se ha cumplido con creces el dicho de que nadie es profeta en su tierra.  Rejano, por motivos políticos, marchó a Méjico.  Ricardo Molina desarrolló su labor poética y literaria en Córdoba.  La historia de Miguel Romero es conocida por todos.
Una de sus características como persona era el hecho de "no tener pelos en la lengua" a la hora de afear conductas o denunciar injusticias.  De hecho, su enfentamiento con la clase dirigente fue lo que cavó su propia tumba.  No reparó en que, en una época en la que funcionaba el llamado turno de los partidos, no era bueno criticar a todos, pues de eso dependía el trabajo.  Y máxime para una persona que, como él, por su profesión de veterinario, estaba al pairo de las contratas que le hicieran los terratenientes a los que criticaba.  Su adscripción política, miembro activo del Partido Conservador, fue virando a posturas más extremas, pasando al Integrista de Nocedal.  Esto le hizo enemistarse con todos y, en especial, con el jefe local de los republicanos federales, José Esteban Delgado Bruzón.
En 1903 entró a formar parte de la nómina de los funcionarios municipales (como inspector de mercados) bajo el gobierno del Partido Conservador.  Ejerció sus funciones hasta julio de 1905.  En esa fecha una alianza de liberales y republicanos se hizo con el gobierno municipal.  La primera medida que tomó el nuevo equipo fue cambiar los funcionarios.  Por ello, cesó en su cargo Miguel Romero.  A partir de entonces su vida profesional se convirtió en una continua peregrinación, ya que en Puente Genil no encontraba trabajo.  Sierra de Yeguas en 1906, Herrera a partir de 1909 y, por último, Alcaracejos desde 1913, compondrán el itinerario de su "destierro".  Desanimado, viendo cerca la necesidad de emigrar, en junio de 1905 escribe uno de los poemas más dramáticos de su producción literaria: Mucho te quiero perrito....  Pero, cosa normal en él, hace chiste de su desgracia.  Así era, así sentía el humor negro. 
Ofrecemos la versión original y autógrafa del poema, escrito en junio de 1905 y dedicado a D. Antonio Noguer Parejo.  Nos fue cedido para copiarlo digitalmente por la familia Reina Campos, en enero de 2003 cuando preparábamos la obra Miguel Romero.  Obra conocida


<<MUCHO TE QUIERO, PERRITO:
PERO PAN,...POCO...POQUITO.>>

(Dedicado á mi distinguido y cariñoso amigo
Don Antonio Noguer Parejo).

Con pulgas de perro viejo,
Acrimonioso y gruñón
Canto de mi lira al són (sic)
Al señor Noguér Parejo.
Oiga de mi estilo viejo
La copla que me permito
Dedicarle, y por san Vito
Le juro estoy mareado
Al cantar con pié (sic) forzado:
<<-Mucho te quiero, perrito...>>

¿Creereis (sic) como cosa rara
que se malogre o se mate
el voluminoso vate
de la Plazuela de Lara...?
La vida cuesta muy cara,
Y si el lujo me permito
De vivir,
No hallo un bendito
Que en vez de darme cien duros
No exclame al ver mis apuros:
<<-Mucho te quiero, perrito....>>

Cien amigos labradores
Tengo, y dicen a diario
Que soy buen veterinario
Y amigo de los mejores;
Con epitetos (sic) y flores
Me lisonjan lo infinito;
Mas, si de ellos solicito
El favor de la herradura,
Respóndenme con frescura:
<<-Mucho te quiero, perrito....>>

Un pariente ricachón
Se me murió el otro día
Que dicen que me quería
Con todo su corazón;
Lo lloré con aflicción
Poniendo en el cielo el grito,
Y, cuando al fin ¡pobrecito!
El testamento se abrió...
Ni expresiones me dejó:
<<-Mucho te quiero, perrito....>>.

Tengo amigos tan leales
De la buena sociedad
Que a pesar de mi humildad
Por no tener dos reales,
Compadeciendo mis males
Me sacan de mi garito;
Mas si un favor necesito,
Cuando ven la punta al sable,
Dicen antes que les hable:
<<-Mucho te quiero, perrito....>>.

De mi musa retozona
Tengo mil apologistas
Que auguran láureas conquistas
En honor de mi persona.
Hay quien mis chistes pregona;
Hay quien me llama erudito,
Pero, si me extralimito
Pidiendo apoyo o dinero:
-¡Jesús que bruto es Romero!
<<-Mucho te quiero, perrito....>>.

Sepa, por si no se explica
Mi natural descontento
Que hasta en el Ayuntamiento
Entré por la puerta chica.
Mi vida en historia pica
Y a pesar de mi apetito
Es mi haber tan pequeñito
Que el debe está sobre el pan:
¡con razón dice el refrán:
<<-Mucho te quiero, perrito....>>

¡Suerte malaventurada!
¡mundo desequilibrado!
El día menos pensado
Hago una calaverada.
De virtud no tengo nada,
La pobreza es mi delito;
Solo el dinero es bonito,
Y como rico no soy
Me dicen por donde voy:
<<-Mucho te quiero, perrito....>>.

Sufriendo tanta inclemencia
Sin haberme muerto ya
No hay duda que por mi está
velando la Providencia.
¿De qué me sirve la Ciencia
si la fortuna es un mito...
¡Desde hoy se me importa un pito
ser gallego o andaluz,
dromedario o avestrúz (sic)
con tal que coma el perrito!.

20 –Junio 1905























sábado, 16 de octubre de 2010

LA FLOR DE MANILA. LA HABANERA QUE VINO DE FILIPINAS


(Dedicado a Javier Velasco Carvajal)


Puente Genil es lugar de confluencia de culturas desde tiempo inmemorial.  Quizás el hecho de haber nacido en la frontera entre los dominios cristianos y musulmanes en la época de la Reconquista ha marcado a los naturales del lugar.  Todos los grandes hechos –en el ámbito local- acaecidos en este pueblo tienen una alta dosis de ideas o culturas importadas.  Así, desde la misma creación del núcleo poblacional, formado por doce familias de la confianza de D. Gonzalo Yáñez Dovinal, pasando por figuras como Lemoniez, Ricardo Ortega, Miguel Gant o, más recientemente, Germán Sanchís o Tomás Ureña, la venida de personas con ideas nuevas nos ha sacado del  cierto halo de chovinismo –“porrinismo”, dirían algunos- que se ha instalado como tópico de la España de pandereta.
            Siempre ha sido motivo de estudio el hecho -que podríamos denominar raro- de que, en el terreno musical, se han implantado en el acervo folclórico pontanés músicas ajenas a nuestro entorno.  Es el caso de la habanera, canción de marineros y gentes de mar y, por ende, de poblaciones situadas en la costa.  La venida de personas procedentes de lugares tan dispares como la zona levantina (caso de Miguel Gant que vino de Valencia) o ultramar (el mítico Maestro Medina, compositor de la Diana y primer director oficial que tuvo la banda municipal de Puente Genil, vino de La Habana según cuentan las fuentes apócrifas) debió ser el germen que introdujo en nuestro repertorio este tipo de música.  Tanto es así que, a finales del XIX, La Puente contaba con un importante repertorio de habaneras.  Esas músicas, transmitidas de boca en boca en unos tiempos en los que eran impensables la radio, las fotocopias o las grabaciones sonoras, se cantaban tanto en Carnaval como en las distintas celebraciones de las corporaciones bíblicas (fuera del marco de Cuaresma o Semana Santa).  Y es ese carácter de transmisión oral el que pone en peligro la pervivencia de elementos folclóricos.
            La etapa comprendida entre la última década del XIX y la Guerra Civil es la más rica en cuanto a composiciones del tipo habanera.  Animados por el certamen de estudiantinas que, que sepamos, se celebraba desde medidos de los noventa del Diecinueve y que se instituyó como concurso, según relata Baldomero Giménez en su revista El Aviso, en el Teatro Circo desde 1915, compositores de letras y músicas tuvieron una etapa de esplendor.  Fueron figuras destacadas los conocidísimos Miguel Romero y Manuel Rey (letras) y Miguel Gant y Antonio Palomero (músicas).  La Guerra Civil supuso un freno para estas composiciones y para el Carnaval.  La transmisión oral hizo que muchas fueran cayendo en el olvido.
            En la década de 1940 dos músicos, Jesús Gant Pineda y José Arcos Cosano, se dedicaron a transcribir todas esas coplas y canciones populares que el tiempo había ido borrando.  Hicieron un trabajo recopilatorio al que denominaron “Del folclore pontanés”.  Todo el conjunto de partituras (que incluyen acompañamiento de piano e instrumentos de pulso y púa) fue conservado por Enriqueta Arcos, hija de José Arcos Cosano.  En 1986 se propuso para pregonero de la Semana Santa a la Schola Cantorum Santa Cecilia.  Los textos fueron elaborados por Juan Rodríguez Bachot y Javier Velasco Carvajal.  Este último, pariente de los Arcos, se puso en contacto con Enriqueta para intentar recuperar algunas de las coplas compuestas por su padre.  Generosamente, regaló a Javier un baúl lleno de partituras.  Entre otras, estaban todas las que componían aquel viejo estudio de los años cuarenta.  El conjunto de habaneras y valses es impresionante.  No por su calidad, mediocre en la mayoría de los casos, sino porque refleja el ambiente musical de la época referida.  Entre las composiciones que lo forman están las de Romero y Gant.  Algunas no son sino adaptaciones de canciones de la época.  Tal es el caso de “Subiendo van las tropas españolas”, que es una adaptación de la famosa “Las golondrinas” original de Méjico.  Cuando, en 1994, Rafael Sánchez, Javier Velasco y Carlos Delgado comenzamos el proyecto de recuperación de esas viejas composiciones, nos llamó la atención una preciosa melodía que se denominaba “Sampaguita”.  Estaba con las de Romero y Gant.  En aquella primera toma de contacto no encontramos letra.  Por eso, con la buena fe de creer que era una habanera compuesta por esos dos autores y cuya poesía había desaparecido, pensamos que había que incluirla en el concierto que, patrocinado por Amigos de Puente Genil, habría de ser la semilla que floreciera en forma de grabación discográfica sobre las coplas del antiguo Carnaval.  Le pusimos una letra basada en los mismos “tópicos” de la época en que fue compuesta: la nostalgia, el amor perdido, el recuerdo de España desde ultramar y viceversa, …
Paseando por los jardines
donde crecen las sampaguitas,
voy llorando las viejas cuitas
de su aroma en un loco amor.
Corre el aire entre las palmeras
con arrullos de tierra extraña.
¡Son los sones de España
que está presente
siempre en mi corazón!...
Sabor de beso tierno de habanera
yo llevo en el alma,
y un límpido anhelo,
cariño eterno, labios de cielo
donde probé el aroma
fresco y fragante
de aquella linda flor.
Que arome con su olor,
allá, en España,
la primavera;
que aquí, en La Habana,
la sampaguita
es el perfume de mi amor.

Con esta letra se grabó en el disco “Fantasía de Carnaval” (1998).  Posteriormente, cuando preparábamos la adaptación que de la zarzuela de José Segundo Jiménez y Palomero “La romería de San Marcos” hicimos Rafael Sánchez (música) y Carlos Delgado (guión), encontramos un gastado papel en el que José Arcos había escrito la letra de esta preciosa habanera.  Aunque había pocos cambios en la acentuación rítmica, era esclarecedora de algo que desconocíamos: que la sampaguita es de la familia del jazmín y la flor típica de Filipinas.
            Investigaciones posteriores nos llevaron a descubrir muchas cosas más de esta habanera: que es una de las canciones más famosas en nuestras antiguas colonias del Pacífico, que se utiliza incluso en los cambios de guardia en el palacio presidencial de Malacañag, en Manila.  Y, por supuesto, descubrimos sus autores: la música es de la compositora Dolores Paterno.  Según cuentan, esta señora era sonámbula y compuso la melodía durmiendo en uno de sus sueños animados.  Las letras (pues tiene varias como a continuación veremos) son del general Antonio Luna, del militar Maximino Hizon y del famoso tenor filipino D. Leopoldo Brías.  El título original castellano era “La flor de Manila”, que fue traducido al tagalo como “Sampaguita”.  Es una habanera quiapense, compuesta sobre 1890.  Sus letras dicen lo siguiente:

Sampaguita gentil que halagas
con tu aroma mi filipina,
sampaguita flor peregrina
¡ay!, que en tus trenzas bordando estás.
Tú que en breve collar prendida
dulce besas su ardiente seno,
quien pudiera de amor lleno, 
flor venturosa tú,
y cual tú y gozar.
Dichosa tú que al perfumar el viento
tu aroma y su aliento
confúndense al par.
Dichosa tú que en lánguido embeleso 
darle ha acostumbrado un beso,
su boca inquieta llena de afán.
Flor de las flores, 
tesoro hermoso de hondos amores.
¡Ay quien pudiera,
flor pura, por verte así,
así cual tú y gozar!

II
[ De Manila flor hechicera,
de ella encanto y envidia mía,
sampaguita feliz que un día
ay!, prenda fuiste de mi pasión.
Si de dicha y pasión tus hojas
marchitarse en su seno viste,
juzga cuanto mi pecho triste
de celos viéndote, ay!, sufrió.]

Ay ve a calmar
a este pecho que se agita,
feliz sampaguita,
más feliz que yo.
Ve a acariciar
con tu halago su cabello,
corre a ceñir su cuello
mientras de gloria
muero de amor.
Flor peregrina
que adora tanto
la filipina,
ay quien pudiera,
flor pura, por verte así,
así cual tú y morir .



            Esta es la historia, a grandes rasgos, de una preciosa habanera que ni era de Puente Genil, ni de Cuba, ni de Romero y Gant, ni de autor pontano alguno, pero que el pueblo, como un trozo más de ese rompecabezas hecho por mil culturas, la convirtió en algo tan nuestro como el río Genil, las campanas de Jesús Nazareno o Castillo Anzur.
            De la composición ofrecemos la partitura con las letras originales, la partitura que transcribieron Gant y Arcos, así como varias versiones de su interpretación: la que hace el grupo Nostalgias en sus serenatas; la que, con arreglos de Javier Velasco, grabó la Cuarentuna de Córdoba en 2009 y una del álbum Nostalgia Filipina, interpretada por Guillermo Gómez-Rivera.










Sampaguita cantada con la letra original

Sampaguita Cuarentuna, 2009

Sampaguita Grupo Nostalgias, 2004

miércoles, 13 de octubre de 2010

MANUEL REINA MONTILLA. BIOGRAFÍA

Uno de los proyectos que tenía Santiago Reina López para completar el estudio sobre su bisabuelo, Manuel Reina Montilla, era la publicación de la biografía completa del poeta.  Este sueño, cimentado en la magnífica tesis doctoral que defendió en septiembre de 2003 en la Universidad de Córdoba (que obtuvo la calificación de Sobresaliente "cum laude"), quería verlo hecho realidad en 2005, año en que celebramos el centenario de la muerte de Reina.  Aunque en aquella ocasión se presentaron la edición facsímil de La Diana y la Catalogación completa de su obra, nos quedamos con las ganas de tener la edición impresa del estudio completo sobre su vida.
Pasó el tiempo y, cuando el propio Santiago creía que había caído en saco roto, tuvimos la sorpresa de verlo publicado por la Diputación de Córdoba en una presentación rústica pero con una calidad bastante buena en cuanto a tratamiento de imágenes.
El libro se divide en doce capítulos: Introducción, Orígenes familiares, Infancia del poeta (1856 1867), Años de adolescencia (1867 1874), Los felices años de la juventud (1874 1881), Los intesos años de La Diana (1882 1883), La musa abandonada (1884 1890), La lira triste (1891 1893), El resugir de La vida inquieta (1894 1895), Por El jardín de los poetas (1898 1899), Entre los héroes de la poesía (1900 1905) y Epílogo.  En un recorrido histórico en el que abundan los detalles de formas de vida, relaciones familiares, ambiente y costumbres de la época, etc., el lector se sumerge, además de en la biografía de Reina, en el apasionante mundo finisecular del XIX lleno de agitaciones políticas, revoluciones culturales y cambios en los modos de vida que propiciaron los avances tecnológicos.
Con esta obra Santiago Reina cubre un importante y apasionante trozo de la historia de Puente Genil.  Como hemos apuntado, el propio biógrafo se vio sorprendido al ver publicado el libro.  Como no se ha dado publicidad y creemos que puede ser de interés para todos los aficionados y amantes de la poesía, se puede adquirir poniéndose en contacto con la sección de publicaciones de la Diputación de Córdoba, en el enlace siguiente:
http://www.dipucordoba.es/temas/publicaciones/libros/4037

lunes, 11 de octubre de 2010

UN NUEVO BLOG PARA CONOCER LA HISTORIA DE PUENTE GENIL


Abrimos este blog con la intención de dar a conocer aspectos de la historia y las costumbres de Puente Genil.
Poco a poco iremos colgando imágenes, documentos, archivos sonoros y de vídeo que nos acerquen a la rica historia de este pueblo.