lunes, 4 de junio de 2012

LOS HÉROES DEL MAR I: GUARDIAMARINA GODÍNEZ.


     Es curiosa la relación que existe entre Puente Genil y la Armada Española.  Para un pueblo de interior, contar con paisanos muertos en acto de servicio en la Marina es una cosa, cuanto menos, digna de mención.  Tres personajes componen esa lista de marinos ilustres: guardiamarina Godínez Miura,   contralmirante Delgado Parejo y capitán de corbeta Reina Carvajal.  De los tres, sólo Godínez murió en acción de guerra.  Los otros dos, aunque dieron su vida por España en acto de servicio, fallecieron por accidente.  A través de tres artículos voy a dar algunos datos, fotografías, etc., de estos héroes de Puente Genil.
               
GUARDIAMARINA GODÍNEZ 


El primero de ellos es D. Enrique Godínez Mihura.  Nació en Puente Genil el 4 de febrero de 1849.  Era hijo del magistrado D. Antonio Godínez y Zea y de Dª. María Josefa Mihura.  Según cuentan Aguilar y cano y Pérez de Siles, desde la más temprana edad demostró capacidad y valor, por lo que su padre decidió dedicarlo a la marina militar.  Tras terminar sus estudios en la academia naval, que entonces estaba en San Fernando (Colegio de la Isla de San Fernando se llamaba entonces), comenzó su periodo de prácticas como guardiamarina, saliendo a navegar en los buques de la Armada.  En esa situación se encontraba cuando se declaró la guerra entre España y las entonces denominadas repúblicas americanas del Pacífico (Chile y Perú en mayor grado y Bolivia y Ecuador en un segundo plano).


LA GUERRA DEL PACÍFICO
La que se llama en la historiografía española Guerra del Pacífico y en la de los países de Suramérica Guerra contra España, tuvo su origen en unos sucesos acaecidos en 1863.  El año anterior una expedición científico diplomática española enviada por el gobierno del general O’Donell, a la sazón jefe del gabinete de la Unión Liberal, comenzó una singladura por las costas del Pacífico Hispanoamericano.
En agosto de 1863 se produjo un incidente entre colonos españoles y un propietario peruano.  El colono Marcial Miller tuvo un encuentro con el hacendado Manuel Salcedo a cuenta de unas desavenencias en los cultivos que se plantaban en la hacienda Talambo.  Según parece, los colonos españoles cultivaban hortalizas y algodón y el propietario quería que sólo se sembrara algodón que era más rentable a sus intereses comerciales.  Hubo un cruce de amenazas entre ambos que no llegó a mayores.  Pero como el hacendado se sintió ofendido, mandó a algunos de sus colaboradores en busca de Miller.  Éste se encontraba reunido con otros colonos españoles.  De las palabras se pasó al uso de las armas con el resultado de un español y un peruano muertos, además de varios heridos.
Las noticias del altercado llegaron a la flota que hemos citado al principio.  El almirante Pinzón, que se encontraba en El Callao, recibió las protestas de la oficialidad de la armada española desplazada a la zona.  Como no hubo acuerdo, tras varios tira y afloja diplomáticos, la escuadra española ocupó las islas Chincha.  La noticia llegó a España.  Temiéndose lo peor, se formó una nueva escuadra compuesta por las fragatas de hélice Blanca, Berenguela, Villa de Madrid y Vencedora, a las que se unió la fragata blindada Numancia.
Tras varios encuentros diplomáticos, pareció aplacarse el conflicto.  Pero los ánimos estaban exaltados también en Chile.  Así, tras varios avatares político diplomáticos, en 1865 tanto Chile como Perú y las otras dos repúblicas (Bolivia y Ecuador) declararon la guerra a España.  Chile se había negado a abastecer a los barcos españoles y Perú había roto los compromisos adquiridos con España tras los incidentes de Talambo.
La escuadra española, dirigida por Pareja, tuvo un primer combate en Papudo.  En este hecho de guerra fue capturada por la alianza suramericana la fragata Covadonga.  A Pareja lo sustituyó Casto Méndez Núñez.  Éste fue protagonista de las batallas de Abtao, Valparaíso y El Callao (en la primera y última participó Godínez).  En el bombardeo de Valparaíso fue donde Méndez Núñez dijo la famosa frase “PREFIERO HONRA SIN BARCOS A BARCOS SIN HONRA”, ante las amenazas de las escuadras estadounidense y británica.
Tras el bombardeo de El Callao se entablaron negociaciones que terminaron con la paz firmada en Washington en 1871.


LOS HECHOS DE GODÍNEZ.
                Una vez establecido el marco histórico en el que se desarrollaron los actos heroicos de nuestro paisano, pasamos a describir los mismos.



 Fragata de hélice Villa de Madrid, en la que sirvió Godínez.

                Godínez partió con la escuadra española a bordo de la fragata de hélice Villa de Madrid como guardiamarina en prácticas.  Con la misma participó en el combate naval de Abtao (7 de febrero de 1866), en el que fue herido.  Debido a un cañonazo recibido en el casco, a la altura del cañón que  el guardiamarina dirigía, fue herido junto a otros once artilleros.  El parte de guerra decía lo siguiente:

<<Guardiamarina Godínez: herida de pulgada y media de estensión, profundizando hasta el hueso y situada en la cara exterior de la pierna izquierda en su parte media; herida y contusión en la parte anterior y media del muslo derecho, ambas clasificadas de no muy leves”>>

                Nuestro paisano, lleno de amor patriótico y con la moral de saberse vencedores en la batalla, escribió a su padre esta emotiva carta desde su convalecencia en la fragata Villa de Madrid:



                El 2 de mayo de 1866, en el mismo puesto que en Abtao, y aún no recuperado de sus heridas, participó en el bombardeo del puerto de El Callao.  Un cañonazo recibido en el casco, a la altura del cañón que dirigía, hizo que pereciera al mando de sus hombres.  Así lo describe la prensa de la época:

<< La lucha comenzó terrible: antes de que la fragata Villa de Madrid pudiese romper el fuego, recibió una granada de 300 libras, que, abriéndole enorme brecha, puso 35 hombres fuera de combate, matando la mitad, entre ellos, al guardiamarina Godínez, a quien arrancó la cabeza…
Este bizarro guardiamarina había sido herido en Abtao, y aún convaleciente ocupó su puesto en el combate del 2 de mayo.  Tuvo el presentimiento de que lo matarían, y tan profunda era su convicción, que antes de la lucha repartió entre sus compañeros de camarote todo su tabaco, sus libros y otros objetos diciéndoles: “Sé que muero en el combate, conservad esto en recuerdo mío”>>


                De esa forma, cumpliendo su deber como un valiente aun estando convaleciente de sus heridas, murió este joven de tan solo diecisiete años.  Su entrega y su valentía quedan reflejados en este recorte de prensa que relata los momentos previos al combate de El Callao
               



El almirante Méndez Núñez escribió al padre del guardiamarina una emotiva carta que recogieron los diarios nacionales:



 Carta aparecida en La Correspondencia Española.


                Una vez conocida la notica en España, diversos municipios rindieron homenaje al joven héroe.  Puente Genil no podía ser menos.  Así, el Ayuntamiento decidió poner su nombre a la hasta entonces denominada calle de la Cárcel y colocar un retrato y una lápida conmemorativa en el salón de plenos.  Ambos se encuentran hoy día en el despacho del alcalde.  Suponemos que fueron llevados allí tras la construcción del nuevo edificio municipal entre 1926 y 1927. 


 Cuadro de Godínez que adorna el despacho del alcalde de Puente genil (foto realizada por Paco Díaz).


 Además de estas muestras de reconocimiento, varios pontanos también hicieron homenajes por su cuenta.  Así, los condes de Casa Padilla organizaron una misa funeral en la iglesia de la Victoria por el eterno descanso de su alma.  Así lo describía la prensa de la provincia



Nota aparecida en el Diario de Córdoba, junio de 1866.





Nota en La Correspondencia Española


De esta forma Puente Genil rindió honores a un joven que supo dar generosamente su vida por España en una guerra absurda que no tuvo otro fin que querer mantener un prestigio y una honra que de nada sirvieron para solucionar los graves problemas de nuestra Patria.  La memoria de Godínez sigue viva vada vez que alguien en Puente Genil pasea por el casco histórico y dirige sus pasos a la tranquila calle que lleva su nombre.  Ojalá su memoria sea un recordatorio que nos avise de la estupidez humana a la hora de coger las armas para defender honra en lugar de vidas.

Termino con unass fotografías del barco de instrucción de la Escuela Naval de Marín que llevaba por nombre "Guardiamarina Godínez".  En los años 80 del pasado siglo se cambió su nombre a A - 83 Contramaestre Sánchez Fernández.  


Foto cedida por Emilo Reina Giménez





 Foto cogida de Eugenio.com

1 comentario:

  1. Genial, como siempre, amigo Carlos.
    Muchas gracias por compartir estas nóminas de cultura e información sobre nuestro querido pueblo y su historia.
    Un abrazo.-

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