miércoles, 20 de julio de 2011

INAUGURACIÓN DEL BUSTO DE PABLO IGLESIAS







 La "Plaza del Parque", en 1931.

             

                  La fotografía que encabeza este artículo está tomada durante los años de la Segunda República.  Es conocida, pues la hemos visto, además de en distintas colecciones de las que corren por internet, en el bar restaurante El Poncho, del amigo Manolo Palos, que tiene en sus paredes una rica exposición de postales de nuestra villa.  Por tanto, su interés no radica en la exclusividad o en lo novedoso (cosa cada vez más difícil, por suerte, en estos tiempos en los que la informática pone al alcance de cualquiera todo tipo de documentos), sino en la historia que encierra el lugar que aparece retratado y los avatares que corrió durante los años de la Segunda República.

                Como habréis podido descubrir, la imagen es del paseo de San José, o Plaza de España, que en la época en la que se hizo la instantánea era denominada Plaza del Parque.  Hasta finales de los cincuenta, cuando se construyó la parroquia, el sitio era un “paseíto” (como los llamamos aquí), zona ajardinada de forma rectangular con parterres, arriates, una pequeña fuente en el centro  y una valla perimetral de obra de mampostería.  Se inauguró en febrero del año 1929. 
                En abril de 1931 se celebraron elecciones municipales y fue elegido alcalde de Puente Genil Gabriel Morón Díaz, del Partido Socialista Obrero Español.  Con la ilusión de ocupar un primer cargo de importancia, Morón, que era un hombre de acción, comenzó una serie de reformas en nuestro pueblo.  Sin entrar en lo acertado o no de las mismas, propuso que en la flamante Plaza del Parque se instalara una estatua del fundador de su partido, Pablo Iglesias.  No sé si fue pagada por suscripción popular o por las arcas municipales.  El caso es que el 25 de junio de 1932 se inauguró la misma con gran solemnidad.  Al acto acudieron trece diputados socialistas y numerosísimo público.  Tras el mitin en el que intervino como principal figura Morón (que había sido nombrado diputado nacional en las elecciones de julio de 1931 por la circunscripción de Córdoba) se celebró un banquete.

 La "Plaza del Parque" con el busto de Pablo Iglesias.



                La prensa de la época recogió la noticia.  Incluso un periódico de ámbito provincial, La Voz. Diario republicano, en su edición matinal (tenía dos ediciones diarias, una por la mañana y otra por la tarde) publicó una foto del acto.  Es la que se muestra a continuación, un poco ajada por la antigüedad del periódico y el sistema de fotograbado de la época que resta mucha calidad a la misma.  En ella se puede ver (o intuir), al fondo en el centro, el busto.

Fotografía aparecida en el diario republicano La Voz, de Córdoba.



                 El diario El Sol, de Madrid, publicó la noticia el 2 de julio de 1932 con una entrevista a Morón en la que comentan los problemas del campo andaluz.  También El Heraldo dio la noticia en la edición vespertina del mismo día del acto.


 Entrevista a Morón en La Voz

       Como nota curiosa hay que apuntar que en la entrevista habla Morón de la indisciplina de los comunistas.  Paradójicamente, fue este partido el que organizó las mejores y más disciplinadas unidades que combatieron en el bando republicano durante la Guerra Civil.  Y, lo que es más, él mismo terminaría siendo expulsado del partido socialista y abrazando las ideas comunistas una vez afincado en Méjico, tras la contienda (en octubre de 2009 le fue devuelto simbólicamente, junto a otros muchos socialistas históricos como Negrín, su carné de militante del PSOE).



 Noticia aparecida en El Heraldo




                El busto era obra de un escultor cordobés conocido en Puente Genil, Enrique Moreno Rodríguez, “El Fenómeno”, del que también es el de Manuel Reina que hay en el paseo de la Plaza Nacional.  Este artista, natural de Montalbán, fue autor de muchas de las estatuas de artistas cordobeses como Eduardo Lucena o Martínez Rúcker que hay repartidas por la geografía de nuestra capital de provincia.  Como una de tantas víctimas inocentes que pagan la barbarie que rodea a toda guerra civil, fue fusilado en septiembre de 1936, en Córdoba, por el elemento represor del bando Nacional.
                Tras la inauguración del monumento (cuya colocación trajo sus polémicas) hubo una serie de actos de vandalismo contra el mismo que también recogió la prensa.  El más destacado fue el protagonizado por varios jóvenes fascistas (así los define el diario La Voz en su edición del 7 de febrero de 1934) procedentes de Córdoba, los cuales intentaron derribar la estatua con unas cuerdas que querían atar a los coches.  La llegada de un guardia municipal abortó el intento, que terminó con la detención de los vándalos.
                La imagen del "Apóstol del Socialismo" (como le decían en los años apuntados) estuvo en el lugar hasta agosto de 1936.  Tras la toma de Puente Genil por la Columna del comandante Castejón el 1 de agosto, fue derribada de la misma forma que querían hacerlo en 1934, por medio de unas cuerdas de las que tiró un vehículo.  Como no pudieron destrozarla por la dureza del material, dicen las crónicas apócrifas que fue enterrada por alguien en el patio de una casa de los alrededores y que allí permanece.  Un triste final para una obra de arte de un autor de reconocida valía.  Y es que los humanos cometemos el error de querer erigir monumentos a los políticos sin pensar que van a durar el mismo tiempo que sus ideas, partidos o regímenes sean los predominantes.  En Puente Genil tenemos algún ejemplo no demasiado lejano…

Bibliografía consultada: las ediciones de los periódicos a los que me he referido y el libro de Luque Estrada Puente Genil, 1900-1982, ya citado en otros artículos.


            

jueves, 7 de julio de 2011

EL COMUNICADO DE GARCÍA HIDALGO

Como continuación y final del artículo anterior, aquí dejo colgado el escrito que Joaquín García Hidalgo Villanueva (escritor, periodista, terrateniente y filántropo pontano que fue diputado socialista en la primera legislatura de la Segunda República) publicó en El Aviso, en noviembre de 1918, con motivo de los sangrientos sucesos ya relatados.
García Hidalgo fue un destacado miembro de la masonería, de la logia pontana denominada 18 Brumario, a la que también pertenecieron, entre otros, Gabriel Morón Díaz y Antonio Romero Jiménez.



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